top of page

Archivo AISO: tesoros de nuestra identidad

¿Quién resguarda la memoria? ¿Cómo se descubren las redes que nos dan historia? Alrededor del fogón, en la cocina, junto a los olores que se reconocen en la infancia y se recuerdan en la vejez, una mujer relata historias que hablan de nuestros ancestros. La vida ocurre entre el día y la noche, pero también a través de los relatos. El pasado es el presente.

El recuerdo, la memoria, es aquello que nos rememora quiénes somos. El pasado se conforma con una fuerza que no está muerta, sino que vive y se reactiva cada día, en cada momento en el que pensamos en algo guardado en la memoria. Decía el historiador británico E. P. Thompson que la memoria de un pueblo funciona de tres maneras: la memoria histórica, la colectiva y la individual. Y es el juego de estas tres lo que crea la historia y, en última instancia, la identidad.

Sin embargo, la memoria es efímera; olvidamos, ocultamos o perdemos detalles todo el tiempo. De allí la importancia de mantener y cuidar los tesoros, las tradiciones y los objetos de la comunidad. Los archivos tradicionalmente han sido espacios de almacenamiento que convertían las memorias en documentos. La memoria social que se guarda en el archivo ya no es una institución alejada, sino que pertenece a la comunidad.

En esta línea, el Archivo AISO busca proteger la tradición del movimiento, actualizando los recursos, adecuándose al contexto digital y dando un espacio de autoconstrucción de la memoria.

bottom of page